La Academia Nacional de Ciencias (NAS) de Estados Unidos, define a la geoingenieria como una "opción que involucra la ingeniería en nuestro medio ambiente para combatir o contrarrestar los efectos en la química de la atmósfera" esto para adaptar el clima a las necesidades de los seres humanos, suena como algo de una película de ciencia ficción ¿no? Pero los más escépticos lo ven como una manipulación deliberada del medio ambiente que dejará al planeta peor de lo que esta, lo que tampoco es del todo erróneo.

Lo que sí está claro, es que es una medida para controlar y revertir los efectos producidos por el calentamiento global, el cual ya ha sido aceptado como un fenomeno real y peligroso, como lo son: los gases efecto invernadero, la acidificación de los océanos y alteración en las cadenas alimenticias por alteración de niveles de CO2, etc.

A la fecha no existen medidas de geoingenieria aplicadas en algún país, al menos no he leído noticias de tecnologia al respecto, solo investigaciones y algunos modelos a escala. Y es que esta tecnología se encuentra muy marginada y limitada, tanto en recursos para investigación como en su aplicación, esto por los efectos secundarios que pueden provocar, las medidas hasta ahora investigadas (ninguna de ellas exenta de estos problemas), y hasta se encuentra restringida por las Naciones Unidas por posibles repercusiones en otros países, por consecuencia de la manipulación del clima en el país propio, y esto está relativamente comprobado, por ejemplo el método de "los aerosol de sulfuro en la atmósfera", propuesto por Paul Crutzen, que a grandes rasgos, consiste en rociar el cielo con sulfuro para que este reflejo los rayos de radiación ultravioleta, pero este dura unos años en la atmósfera ¿A dónde va a parar después? se piensa que si es rociado en los países del norte, este afectaría a los de más al sur.

Otros métodos, hasta ahora investigados y mencionados en reconocidos blog de tecnologia, en el campo de la geoingeniría son: la fertilización de los océanos para incrementar la población de algas, para la creación de biocombustibles; espolvorear el océano con partículas de metales como hierro; espejos espaciales; la manipulación de las nubes, para que reflejen la radiación solar; plantaciones de árboles modificados genéticamente y otros más.

El problema con todos estos, como ya mencionamos, es que tienen a lo menos un efecto secundario, y esta nueva rama de la ingeniería y las ciencias, es vista y catalogada por algunos como moralmente indebida. 

Pero los intereses de grandes capitalistas e inversionistas son enormes, sobre todos aquellos que manejan empresas o industrias como la combustibles, quienes no quieren reconocer su culpa en el problema, por lo que su opción más viable es la geoingenieria con la que podrán seguir con sus emisiones de dióxido de carbono. 

Pero también lideres de distintos países, aunque lo ven con cierto miedo por los efectos secundarios de esta. Algunas figuras importantes, ya están tomado acciones en el área, como Bill Gates, quien ha destinado $4.5 millones de dólares a la investigación, dinero que irá a parar en las manos de Ken Caldeira, del departamento de ecología global de Standford, y David Keith.

Keith, científico influyente en el campo de la geoingenieria, científico ambiental de la universidad de Calgary, comenta que no se debería pensar en esta tecnología como la solución definitiva a la cuestión y menos como sustituto a la necesidad de reducir las emisiones. Y que la mayor parte de estas, no están ni cerca de poder ser usadas, aún les queda mucho camino, y determinar exactamente los verdaderos posibles efectos que estas pueden tener en nuestro medio ambiente, si es que queremos pensar en la geoingenieria como un Plan B.

El dilema entonces es claro: La geoingenieria es posiblemente una opción viable para poder hacer marcha atrás a los errores, ya que reducir nuestras emisiones no bastará, el daño ya está hecho. Pero los problemas de esta tecnología son potenciales, sin ser comprobados al 100%. Por lo que debería destinarse dinero para estas investigaciones, científicos sugieren un fondo monetario común, en el que aporten todos los países.